En los primeros meses que una persona llega a Estados Unidos y sin saber hablar ni escuchar bien el inglés, me encontraba trabajando de mesera en fiestas. En una de esas fiestas uno de los invitados que estaba sentado en una de las mesas con otras personas me pidió si por favor podía traerle, «a soap», (un jabón) es lo que yo entendí. Muy intrigada me fui a la cocina y le dije a mi jefe, es muy raro pero un señor me pidió un jabón. Todos en la cocina se miraron extrañados, y uno de los otros meseros fue a preguntar qué era lo que había pedido. De allá vino este mesero riéndose y diciendo: el cliente pidió «a soup» (una sopa). Yo no sabía dónde meterme de la verguenza y me prometí ponerme seriamente a estudiar inglés si quería desenvolverme bien en mis trabajos y no dejar que se repita este tipo de episodio bochornoso.